martes, 8 de febrero de 2011

Más Claro, echale agua!

Esta historia comienza una mañana de diciembre. En esos días cargados de fiestas de fin de año. De vísperas de fiestas. De compras navideñas. Enquilombadas.

-Buen día, le hablamos de Claro. ¿Es usted el señor Manuel Dominguez?
-Sí, pero gracias. No necesito nada.

En el fondo yo sabía que no necesitaba nada. También sabía que quería cambiar mi teléfono por un BlackBerry, pero daba vueltas sobre el asunto.

-Antes que nada ¡felicitaciones, usted cumple hoy 10 años con la compañía!, dijo Roberto, claro, de Claro.
-Gracias, dije dando lugar a que el tipo siguiera con el speech.
-Lo llamamos para ofrecerle un BlackBerry a tan solo $827 con un abono de $99 mensuales. Tiene Internet libre, 150 mensajes de textos libres y 150 minutos de llamadas totalmente gratis.

Dudé.






Se hizo un silencio y siguió.

-Si le interesa es muy simple. Lo hacemos ahora y se lo mandamos a su domicilio. Solo me tendría que dar sus 16 números de su tarjeta de crédito.
-Bueno, -dije sin imaginar que estaría cayendo en una trampa del mexicano archi recontra millonario Slim dueño de Claro, claro-¿En cuántas cuotas se puede hacer?
-Doce sin interés.
-Mejor en tres.

Claro que el BB nunca llegó a mi domicilio y tuve que ir a buscarlo al Correo Argentino. Sacar una fotocopia de mi D.N.I., bancarme la mala onda de la empleada de la fotocopiadora, esperar que la empleada del correo terminara de desayunar y así poder dar con mi BB. Claro que nunca pagué $99.

Dos meses después me vuelven a llamar. Ahora no era para felicitarme. Me informaban que había pasado a la lista de "deudores". Los de Claro, claro, no presentaron el cupón de Mastercard y tuve que dirigirme a la sucursal de Claro, claro, para pagarles el BB que se suponía ya había pagado.

-Si usted quiere puede pasar su otra línea a tarjeta, me dijo el vendedor cuando tuve la premonición de que me estaban por cagar.

Pero tuve una mejor idea: se me ocurrió regalarle el teléfono a mi sobrina Antonella para triangular llamadas gratis con mi hermana y mi sobrina con mi mamá. Eso nunca pasó. ¿Por qué? Porque City Bell pareciera que queda en Europa.

Marco el *611 porque no puedo comunicarme con mi "numero gratis". La cordobesa que me atiende no me entiende. Le digo que llamo a mi número frecuente y que éste me informa "el teléfono al que usted llama no puede recibir su llamada en este momento".

Como no puede ser de otra manera aguardo en línea. El llamado se corta. La cordobesa, con un dejo de decencia, me vuelve a llamar.

-Tengo la respuesta a su consulta. Es que esa línea no tiene crédito porque todas las llamadas que hizo son larga distancia.
-Eso es imposible: todas las llamadas fueron dentro de La Plata, a treinta cuadras de distancia.

Espero en línea.

-Es que lo toma otra antena. Son llamadas larga distancia. Si quiere le puedo tomar el reclamo.

Me toma el reclamo. Me dice que tengo que esperar siete días. Espero. Vuelvo a llamar y claro, Claro tiene razón. Para Claro, City Bell queda en la loma del orto y no en La Plata. Con la amargura de saber que me están cagando decido dar de baja ese número.

-¿Señor por qué lo quiere dar de baja?, me pregunta otro cordobés de nombre Julián.
-Porque son unos truchos, en síntesis.
-Bueno, le informo que tiene un costo de $32, 75 y que tiene que mandar una carta con los siguientes datos. ¿tiene para anotar?

Anoto. Escribo la carta. Ternino de escribir esto y me estoy yendo a Claro, claro, a pagarles. Después iré al Correo Argentino y espero que ahí termine esta historia.

Moraleja: si tiene que elegir, claro, Claro no es la mejor opción.

2 comentarios:

  1. Nene, tenés que hacer la denuncia a defensa del consumidor. Te toman los datos por internet y suelen ser bastante expeditivos con las compañías de celulares ya que seguramente ya hay casos similares al tuyo que se han resuelto.
    Saludos, Nano.

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