domingo, 30 de enero de 2011

María o María Elena Walsh

Para mi sobrina no es María Elena Walsh. Tiziana tiene 3 años y se apasiona cantando El reino del revés o la Reina Batata. Para ella es María, sin Elena, pero con el Walsh que tantos crecimos.
-Estamos invitados a tomar el té/La tetera es de porcelana/pero no se ve/yo no sé por qué/La leche tiene frío/y la abrigaré/le pondré un sobretodo mío/largo hasta los pies/yo no sé por qué, canta Tiziana.
-Qué linda canción –le digo- la cantaba cuando yo iba al jardín. Es de María Elena Walsh.
-No, nooo –dice Tizi-, es María Walsh y me la enseñaron en mí jardín.


Quizá por esa simple razón de que lo que nos enseñan en el jardín de infantes es sagrado es que María Elena Walsh no murió. Nunca morirá. Seguirá vigente. Presente. Actual. Tengo 33 años, casi 34, y crecí escuchando sus canciones a las siete de la mañana cuando Magdalena Ruiz Guiñazú ponía sus canciones para levantarnos. Sus letras me obligan a viajar a mi infancia en un vuelo directo.
Para mí era esa señora rubia de pelo cortito. Era la mamá de Manuelita, como me enseñó mi maestra Estrella cuando yo tenía la misma edad que Tizi. Aún recuerdo cuando me regalaron un oso de peluche y lo llame “Osías”. Estaba bajo las influencias Walshianas y lo sigo estando.
La noticia de su muerte me tomó de sorpresa. Lo leí en Twitter y no quise creer. Pregunté en Facebook si alguien podía corroborar la noticia y busqué nervioso por los portales de noticias. Faltaban minutos para que Internet desbordara de lágrimas virtuales. Lloré. Pensé cuán feliz e ingenuo fui. Pensé en que crecí escuchándola. Pensé en Tizi. Pensé en mi sobrina Isabella que aún no había nacido. Pensé en los miles y miles que la teníamos un poco olvidada, como aquellas cosas de la infancia que desaparecen cuando crecemos. Pero ese día caluroso de enero me pegaba una cachetada: una vez más ella me emocionó. La recordé con el amor que se recuerda a la primera maestra.
Faltan días para que se cumpla el primer mes de su fallecimiento, pero me doy cuenta que ella no nos falta. Su mirada melancólica debe estar mirándonos desde el cielo. Seguramente arriba de alguna estrella pícara, rebelde y creativa. Así era ella.
A veces la política o los políticos tienen buenas ideas. Hace poco, muy poco, en un emotivo acto se nombró María Elena Walsh a la avenida principal de la República de los Niños. Ese ícono peronista que honra a la infancia. Como no podía ser de otra manera, el evento contó con la presencia de todos los niños que asisten a la colonia de verano, así como también de los profesores, que tuvieron la oportunidad de observar como el intendente Pablo Bruera destapó el velo rojo que cubría el cartel que llevaba el nombre de la artista.
El amor
Entre otras cosas nos enseñó a amar. A hacerlo en libertad. Tal vez como ella no pudo en algún momento de su vida y tuvo que partir. Sigo triste y leo que la mamá de Manuelita vivió sus últimos días acompañada de su “compañera de toda la vida, Sara Facio”. Me enojo. Pienso por qué algunos periodistas utilizan pésimos eufemismos para decir que Sara fue el gran amor de su vida. Después leo otras noticias y por fin dicen la verdad. “Su pareja de toda la vida la acompañó hasta el final”. María Elena no se merece la mentira. Nos enseñó la verdad. La metáfora. ¿Qué loco no? Varias generaciones  de niños crecimos amando y aprendiendo a ser mejores con los valores de una mujer homosexual. Otra enseñanza. Otra más, porque pocos sabían realmente su condición social. No especuló con ser diferente. Lo dejó para su intimidad. Para lo que es. Otra enseñanza. Y lo seguiremos haciendo. No la olvidaremos. Eso, es imposible.
Le consulto a un fotógrafo amigo de Sara cómo era María Elena y me dice “como sus canciones”. Ahí está. Ahí estará. Siempre.

miércoles, 19 de enero de 2011

Parir


Soy hombre y no sé lo que es parir. Tengo una leve sensación de lo que puede llegar a ser. De solo pensarlo siento pánico. "Las contracciones son como cuando tenés ganas de cagar y no podés", me explicaron una vez.

El tema tiene una excusa personal: en segundos, minutos u horas puede llegar mi cuarta sobrina. Isabella. En esas típicas apuestas familiares, cual un Prode por acertar cuándo nacería, dije el miércoles 19 de enero. El mismo día que nació el profeta Mahoma. De ser así, Isabella tendrá un natalicio histórico de la puta madre.El fundador del islamismo nació en el 570 y fue quien propagó su fe alrededor del mundo. Hoy se estima que sus seguidores son 1.200 millones de personas. Teniendo en cuenta que en el planeta somos algo así como 7.000 millones, el número es un dato.

Me da curiosidad el significado del nombre "Isabella" y lo gugleó. http://www.misabueso.com/nombres/nombre_isabella.html

"Talento Natural: Es mente de pensamiento firme. Se expresa como pensador ágil, con capacidad analítica y tendencia a armonizar contrarios. Recibe impulso en las empresas que requieren de tacto, diplomacia. Amplia comprensión, penetrante adaptación y fusión de lo ancestral y lo actual. Ama complacer y recibir. Podría destacar en profesiones como estadística, contable, empleada, diplomática, bibliotecaria, música, política, pintora, escultora o mediadora de paz".


Mediadora de paz me cada dando vuelta. Lo mismo que distinguió a Mahoma. Hoy puede llegar a ser un día histórico para la humanidad. Para saberlo habrá que esperar. Sin dudas lo será para nuestra familia. Bienvenida Isabella!

martes, 18 de enero de 2011

Los "Golondrinas"


En verano no todos tienen sus vacaciones. También están aquellos que aprovechan que otros están al pedo, tienen plata y quieren gastarla. Algunos bautizaron a esos empleados como "golondrinas". Los golondrinas varían segun la necesidad, la creatividad argenta y, claro, el mercado.

-Mi tía estaba en el baño y Cenicienta le pidió si le podía subir el cierre del vestido, me contó una amiga en plena jornada laboral, en uno de esos tantos parates que se hacen en una redacción.

-¡Sabés si yo me encuentro con Cenicienta en el baño!La fantasía del pibe, dijo Agustín.

En mi trayectoria por la Costa Atlántica recuerdo un Hombre Araña desnutrido en San Bernardo, chicas empanadas en Cariló, hombres churros en Mar del Plata y Homero Simpson en La Lucila. El primero era el responsable de la animación en un trencito que por una fortuna te hacía una especie de city tour, para ser generoso. Las "empanaditas" repartían volantes, mostraban el culo y te regalaban una mini empanada para que te quedes con las ganas y la calentura. El trabajo del "churroman" no variaba mucho al de las chicas, solo un cambio de género. La verdad que la historia de Homero no la sé. Seguramente algo vendería, pero no lo recuerdo.

Hay un "golondrina" que merece un párrafo aparte. Ese es el "choclero". El tipo se levanta tipo seis de la mañana. Compra los choclos lejos de la ciudad, donde los precios son más baratos, los hierve como hasta las once y después los sale vender. Es cierto que ese pequeño pedazo de maiz -con un poco de manteca- muchas veces podría cotizar en la bolsa, pero el precio es lo de menos. Lo escuchás, ves al de al lado comerlo y te tentás. Así de simple es la lógica del marketing choclero.

En esta oportunidad no me voy a meter con los "golondrinas trapitos" porque esos merecen un post entero. En la ciudad ni los trapitos quedaron. En fin: verano, otra postal de las diagonales.

lunes, 17 de enero de 2011

Con la cola para otro lado

Vacía. Como cada año en enero la ciudad queda anónima. Destetada. Los estudiantes no están. Los empleados públicos cambiaron tomar mate en la oficina por tomarlo en el mar, la montaña o el patio de su casa. Ya se fue la primera quincena del 2011 y parece que el efecto "desierto" se multiplicó. Las calles están vacías. Las noticias dicen que entre 1700 y 2200 autos quieren llegar a la Costa Atlántica. El epicentro ahora es el mar. El noticiero muestra el móvil desde la arena. La tapa del diario pone a los políticos en ridículos shorts. La radio bromea con las cosas que las familias trasladan para gastar menos en vacaciones. 

"¿Cómo puede ser que todos coincidan en la misma fecha, en el mismo lugar?"

Respuesta. Es cultural.

Nadie está obligado, para ser honestos, a tomarse vacaciones sí o sí en enero o febrero. Tenemos esa
especie de costumbre de entender que el año hay que comenzarlo de vacaciones. Haga este ejercicio:

Cuando le pregunten cuándo se va de vacaciones diga: "junio o julio".
El interlocutor hará lo siguiente:

1-Lo mirará como un bicho raro.
2-Le preguntará, ¿pero, a dónde te vas?

Las vacaciones hay que tomárselas en enero y febrero. Marzo es para los jubilados. ¿Qué pasaría si se pusiera de moda vacacionar en septiembre y el destino sean las sierras y no el mar?

No se podrían mostrar las curvas en el dos piezas, tampoco la tabla de lavar en los cuerpos masculinos. Y "qué tragedia más horrible", no tendríamos la piel bronceada. Esa marca burguesa para que nos envidien. Para esa vida que transcurre puertas afuera y que muchas veces dista de la realidad casera.

-¡Qué bronceada estás!, dice una compañera de trabajo a otra.
-No se lo digas a nadie, pero es del patio de casa, responde la otra.

La reflexión cotidiana es que somos una sociedad hedonista. El hedonismo "es la doctrina filosófica basada en la búsqueda del placer y la supresión del dolor como objetivo o razón de ser de la vida", dice el diccionario.

Días antes de que empiece esta segunda quincena la ciudad era una oleada de colas: docenas de autos esperaban para la Verificación Técnica Vehicular (VTV), otros tantos hacían lo suyo para sacar plata del cajero y los lugares para pagar facturas estaban repletos de consumidores cumplidores. Ahora la cola también nos dejó. Se mudó. Si uno se va de vacaciones en enero sabe que si quiere comprar churros habrá que esperar y pagarlos con la cotización del día del oro. Cenar en un restaurant a las 22.00 hs. puede resultar una verdadera misión cumplida. La cola, ahora, se fue de vacaciones.

Trilogía
Con el verano llegan nuevos imperativos categóricos a cumplir: placer, belleza y delgadez.
Hasta las noticias cambian en verano. Poco importan las transas políticas, el narcotráfico, la prostitución infantil y el desempleo. Los editores descubren que los jóvenes toman alcohol y cogen como conejos. Claro, con el calor todo se potencia.

Haciendo honor al nombre de este blog, 2x3Llueve, y después de una tormenta que desarmó a la ciudad, hay algo que preguntarse: ¿Qué mierda estamos haciendo con el planeta?